Sinopsis La Música Nunca se detuvo
Henry Sawyer (J.K. Simmons) es un padre tradicional y un tanto reservado que ha estado alejado de su hijo, Gabriel (Lou Taylor Pucci), un joven con espíritu libre y apasionado por la música folk y el rock. Su vida cambia drásticamente cuando Gabriel, ahora adulto, es diagnosticado con un tumor cerebral que le es extirpado, pero que lo deja con una incapacidad casi total para formar nuevos recuerdos, un tipo de amnesia conocida como síndrome de Korsakoff.
Desesperado por reconectar con el extraño que ahora es su hijo, y por cerrar la brecha emocional que siempre los separó, Henry debe recurrir a una terapeuta musical. Descubren que la única forma de estimular la memoria y las emociones de Gabriel es a través de la música que amaba antes de su lesión: las canciones de Bob Dylan y Grateful Dead. La película es un conmovedor viaje sobre cómo la música puede trascender el daño cerebral y convertirse en el único idioma común entre un padre y un hijo distanciados.













